miércoles, 7 de agosto de 2013

¿Cuáles son los objetivos de realizar el cierre de la hendidura labial congénita?





La hendidura de labio congénita es una condición que ocurre con mucha frecuencia en nuestra población con una incidencia de 1 por cada 750 niños nacidos vivos.



Está se debe a una falta de unión de los elementos mesenquimales durante la formación embriológica de los procesos faciales durante la vida intrauterina y se manifiesta al nacimiento como una hendidura facial que puede ser completa o incompleta, unilateral o bilateral.






Cuando un niño nace con esta condición, ésta es muy evidente ya que se trata de una deformidad facial que puede comprometer algunas funciones como la succión, la respiración, la digestión, la audición y el crecimiento óseo facial.

Inmediatamente en la fase neonatal, el paciente tiene que ser valorado para determinar un protocolo de atención médica integral, la cual incluye la participación de un grupo de especialistas, entre los que podemos mencionar un psicólogo para brindar apoyo a la familia, un neonatólogo que valorará el estado de salud del paciente en la fase inmediata al nacimiento, un pediatra que se encargará de llevar y de mantener al paciente en condiciones apropiadas de salud para poder ser sometido a su tratamiento quirúrgico, un genetista médico que determinará el orden genético de la enfermedad y determinará la presencia de otras afecciones congénitas en el paciente, un odontopediatra que en ocasiones realizará aparatos de uso intraoral para mejorar las funciones alteradas de los pacientes con esta condición, trabajadores sociales que contribuirán a la organización de la atención médico quirúrgica de estos pacientes, un cirujano que realice el tratamiento quirúrgico de cierre de la hendidura facial y un anestesiólogo que será el encargado de llevar la anestesia durante el procedimiento quirúrgico del paciente, también participan de manera importante personal de enfermería asistiendo a cada especialista.


El momento ideal para realizar la cirugía de cierre de la hendidura labial es cuando el paciente ha cumplido 10 semanas de vida extrauterina, ha alcanzado 10 libras de peso, tiene una cantidad de hemoglobina de 10mg/dl y tiene una cuenta de leucocitos menor a 10 000 células por mm cúbico. Esto corresponde aproximadamente a una edad cronológica de 3 meses de edad y se relaciona con un estado óptimo de salud, se le denomina la regla de los dieces.


Los objetivos del cierre de la hendidura labial no sólo tienen una importancia estética, sino también funcional.

Al realizar el cierre de la hendidura, se devuelve la función al esfínter bucal que es una función del músculo orbicular de los labios, lo que permite delimitar la cavidad bucal y disminuir su exposición al medio. Esta consideración es muy importante, ya que en los pacientes que presentan una hendidura labial el aire pasa con mayor facilidad a la cavidad bucal y a la orofaringe irritándola y haciéndola propensa a infecciones faríngeas (faringitis), las cuales por su relación con la tuba auditiva predisponen a infecciones del oído medio (otitis). También es importante mencionar que el cierre de la hendidura labial contribuye a mejorar la función de succión y digestión, ya que se limita el paso de aire al esófago mientras el paciente ingiere (aerofagia), lo que predispone a que el paciente sufra de cólicos.


En relación al componente dentoalveolar del maxilar, el cierre de la hendidura impide que el maxilar se protruya, es decir, el labio en su posición funciona como un elemento ortopédico para guiar el crecimiento del maxilar. Al cerrar la hendidura labial (si esta fuera completa), también se conforma el piso de la nariz de la fosa nasal involucrada con la hendidura y se separa la cavidad nasal de la cavidad oral en el lado afectado.   

   

Estéticamente, se conforma el filtrum labial, que es la unión de la porción central del labio, con las porciones laterales del labio. También se horizontaliza el arco de cupido, que es esa concavidad en sentido cefálico que se presenta en la línea media del labio superior y se coloca la narina o ala de la nariz del lado afectado en una posición que asemeje a la narina contralateral. El volumen del labio se logra al crear una cincha en tres planos: uno cutáneo, uno muscular y uno de mucosa oral. 



Las funciones del labio son recuperadas inmediatamente tras el cierre de la hendidura labial, y como ya se comentó tienen un gran impacto tanto funcional como estético.


La próxima semana, se llevará a cabo en la ENES, Unidad León la segunda jornada quirúrgica del Programa

¡TiENES que sonreír, UNAMos esfuerzos!

el cual brinda atención médica integral a pacientes de labio y paladar hendido, ayudanos a que estos niños vuelvan a sonreír….